¿Qué es el Trastorno de Personalidad Antisocial?
El trastorno de personalidad antisocial es un patrón prolongado de actos de manipulación, explotación, o violación de los derechos de otros, con poco o ningún remordimiento. Ese comportamiento puede provocar problemas en las relaciones o en el trabajo, y a menudo es delictivo.
Las conductas más habituales en la personalidad antisocial son:
Fracaso para adaptarse a las normas sociales, lo cual, según la gravedad, los puede llevar a tener problemas recurrentes con la ley y conductas delictivas.
Búsqueda de placer mediante la mentira, la estafa, la pelea, y la manipulación de las personas. Todo esto los lleva a ser muy deshonestos, agresivos, impulsivos e irritables. Suelen tener una actitud arrogante y mostrarse enojados o irritados habitualmente.
Falta de empatía por los demás, y no le genera remordimiento poner en peligro a los demás o dañarles. Es habitual que no piensen en las consecuencias negativas de sus actos, ni aprendan de ellas.
Interpersonalmente irresponsable, es alguien en quien no se puede confiar responsabilidades, debido a que persistentemente es irresponsable, desde tareas pequeñas a grandes que va realizando muchas veces a regañadientes o sintiéndose obligado debido a que las consecuencias por no hacerlas les parece más aversivas.
No muestran remordimiento o culpa, y siempre suele tener una justificación personal para sus actos. Es habitual que se muestre insensible, cínico e irrespetuoso con los demás. Aunque si desean obtener algún beneficio, pueden mostrar gran habilidad para adular y manipular las emociones de otras personas.
Prefieren sentirse autónomos, ya que depender funcionalmente de alguien más o de las normas en general, les supone frustración.
Ante actos en los que se sienten amenazados, o las personas que les importan se ven amenazadas, pueden llegar a tener actos violentos o impulsivos irreflexivos (paso al acto sin reflexión).

Las personas con el trastorno de personalidad antisocial suelen encontrar placer en la mentira, en el quebrantamiento de leyes y normas. El acto que más practican es la manipulación de los demás.
Percepción de si mismo y del mundo desde la personalidad antisocial
Las personas con trastorno de personalidad antisocial, se sienten y quieren sentirse libres de hacer lo que quieran en el momento que deseen, siendo la única limitación las normas y leyes judiciales, o las represalias que pueden venir de sus adversarios. Es habitual que terminen delinquiendo o envueltos en conflictos judiciales. Sienten que el mundo es suyo y que pueden tomar de él lo que les haga falta para sentirse bien (eso incluye a los demás y lo suyo).
Tienen un deseo grande de liberarse de las limitaciones impuestas en la sociedad, incluyendo las relaciones personales, las responsabilidades, de la rutina y las normas.
Las personas con personalidad antisocial confunden la responsabilidad con falta de libertad y autonomía, lo cual desean sentir todo el tiempo.
Perciben el mundo como un lugar hostil en el que han recibido daño a manos de personas de confianza. Por lo que cuando realizan actos prohibidos o violentos demuestran ausencia de remordimiento que argumentan explicando lo difícil que ha sido su pasado, donde nadie tuvo cuidado con ellos, y por esto, ahora ellos no tienen porque tener cuidado con los demás.
Viven resentidos con el mundo y con la idea de venganza por lo mal que lo han pasado, y esta forma de regular sus pensamientos y emociones no encuentra techo, ya que nunca es suficiente.
Cuando no se regulan bien las emociones como la rabia o la ira desde edades tempranas, llevan a la persona con personalidad antisocial a volcar su frustración de manera destructiva contra sí mismo y contra los demás, llegando a niveles altos de violencia o hostilidad. Se protege y gestiona sus emociones actuando contra el mundo.
Como el mundo es un lugar peligroso, por lo que hay que tener el poder y dominar para poder vivir bien, tienen la idea de que sentir culpa les hace ser débiles, de modo que podrían ser controlados con facilidad por los demás.
Considera que las demás personas, le van a dañar y explotar si tienen oportunidad, así que no suelen confiar demasiado en nadie. Consideran que la confianza en nuestra sociedad es de personas ingenuas.
Diferencias con otras patologías
El trastorno de personalidad antisocial, normalmente no se diagnostica antes de los 18 años, aunque puede hacerse desde los 15 años.
Suele tener los mismos síntomas que un trastorno de conducta.
Comparte con el trastorno de personalidad narcisista la arrogancia y la poca empatía, pero estos últimos no tienden a ser tan mentirosos o agresivos como el antisocial.
Con el trastorno límite de personalidad comparten la manipulación, pero el antisocial se distingue sobre todo por su falta de empatía.
Las posibles complicaciones en el trastorno de personalidad antisocial puede incluir: encarcelamiento, drogadicción, alcoholismo, violencia y suicidio.
Causa y prevalencia
Algunos factores de riesgo para desarrollar el trastorno de personalidad antisocial incluyen:
- Diagnostico del trastorno de conducta infantil
- Antecedentes familiares del trastorno de personalidad antisocial
- Otros trastorno de salud mental
- Maltrato o descuido durante la infancia
- Vida familiar inestable o violenta (familia multiproblemática)
- Prender fuego o crueldad con los animales durante la infancia también se ven con frecuencia en el desarrollo de la personalidad antisocial
Los hombres resultan más afectados que las mujeres. Este trastorno es común en las personas que están en prisión
Tratamiento
Lo habitual es que la persona diagnosticada con trastorno de personalidad antisocial se sienta en armonía y conforme con su forma de ser y no lo considere un problema.
La personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta patología normalmente no buscan tratamiento por su cuenta, por lo que suelen comenzar una terapia solo si son obligados. La terapia ha de enfatizar en el manejo de la ira y la violencia, el tratamiento para el abuso del albohol o sustancias, y el tratamiento para otras afectaciones de salud mental.
Los tratamientos conductuales que recompensan el comportamiento adecuado y tiene consecuencias negativas para la conducta ilegal pueden funcionar para algunas personas.
Los medicamentos se usan para tratar otros trastornos emocionales que le acompañan.
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