¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad?

¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad?

El trastorno limite de la personalidad se caracteriza por un patrón generalizado de inestabilidad en las relaciones, la autoimagen, cambios bruscos del estado de ánimo y la conducta, además de la hipersensibilidad al posible rechazo y miedo al abandono.

Las personas afectadas por el trastorno límite de la personalidad tienen una sintomatología muy limitante que les dificulta el funcionamiento diario en diferentes niveles (personal, familiar, laboral, etc.). A continuación, se explicarán los principales síntomas que se experimentan con este trastorno de personalidad:

1. Inestabilidad en las relaciones personales

Esta inestabilidad se debe sobre todo a dos cosas, la primera es que el individuo tiene un miedo muy intenso y extremo al abandono. Tienen la idea o pensamientos de:  “y si me quedo solo…”, “y si nadie me quiere…”, “y si siempre tengo que estar resolviendo todo por mi cuenta”…, “y si no tengo afecto de nadie…”.  En general, tienen estos temores muy interiorizados.

La idea de posible abandono, está muy interiorizada en la mente, y conviven siempre con ello. A partir de ahí, es muy fácil que se observe el segundo aspecto:

Frente a una actitud agradable de un individuo, ellos llegan a la conclusión de que ese individuo ya va a ser algo muy intenso para ellos. La persona con trastorno límite de personalidad, de un gesto de afecto o de cariño que podrían ser mínimas, saca unas conclusiones muy intensas y a largo plazo (idealización de la persona y la relación), más que la mayoría de la población.

Pero, así como la persona con trastorno límite de la personalidad ha idealizado a otra persona a partir de pequeños detalles, a poco que está persona les hace un gesto que no calificaría de “demasiado bonito”, la persona con TLP saca la conclusión de que ha habido una devaluación severa de la relación, y se enfada fuertemente con la persona.

Existe una fluctuación enorme en la relación, parece que no exista un punto medio de afecto hacia las personas, existe el que es magnifico y el que es horroroso, y todo esto a partir de pequeños detalles.

Se alternan idealización y devaluación de manera muy rápida y a partir de pequeños datos a terceras personas, y probablemente muy favorecidos por el miedo extremo al abandono, por lo que están muy sensibles a cualquier dato exterior relacionado con muestras de afecto.

2. Sensación de abandono

Las personas con trastorno límite de la personalidad tienen una inestabilidad enorme en la autoimagen personal y la valoración de ellos mismos. Tanto a nivel físico de gustarse o no gustarse, como a nivel de individuo, de su ética, su forma de pensar, de cómo son, etc. Y hacen unos cambios muy bruscos en su valoración. Puede ser que de pronto no se gusten nada físicamente, cuando en otros momentos parece que no les es un gran problema como son estéticamente. A veces hace un autocritica enorme de algo que tienen que quizás no es para tanto, pero poco después ya no hacen esa enorme autocritica. Fluctúan demasiado en la autoimagen que tienen.

3. Impulsividad

Las personas con trastorno límite de la personalidad, toleran muy mal la sensación de encontrarse mal, de sentir angustia, ansiedad, abandono. Cuando se sienten en esa situación de angustia por ser abandonados, porque nadie les quiere, tienen que hacer algo rápidamente para relajarse, y ese algo muchas veces es algo arriesgado o violento (conducir de forma agresiva, relaciones sexuales indiscriminadas, drogas, etc.).

De forma muy rápida tienen que bajar la ansiedad que tienen de forma impulsiva, por lo que no piensan mucho los actos y se meten en problemas con más facilidad, aunque después muchas veces se arrepienten y se sienten mal o culpables.

A veces la impulsividad no es por un nivel elevado de angustia, sino que a veces es por un nivel elevado de felicidad frente a una pequeña cosa que le ha pasado, también hacen algo impulsivo porque como están tan contentos a veces no piensan en las consecuencias de sus actos.

Tienen cambios de humor muy fáciles en base a pequeñas cosas, y eso se acompaña de mucha impulsividad, de tal manera que pueden estar muy angustiados o estar todo muy bien, y hacen cosas sin pensar.

4. Autolesiones

Cuando las personas con trastorno límite de la personalidad están muy angustiadas, una de las cosas que les viene a la cabeza con mucha facilidad, es el autolesionarse o hacerse daño, sobre todo a base de cortarse o quemarse, el hecho de hacerse daño de forma brusca o quemarse, ese dolor intenso resulta que es un muy buen antiansiedad para la persona con TLP.

Cuando tienen niveles de angustia muy elevado por la sensación de haber sido abandonados, una forma que encuentran con frecuencia de relajarse, es tener que hacerse daño, por lo que es frecuente que las personas con TLP tengan marcas del daño que se infringen.

5. Sentimiento de vacío.

Cuesta mucho saber que quieren decir porque la mayoría de personas no tienen ese sentimiento crónico de vacío. Al parecer no notan nada, no están tristes, solo es vacío, por lo que cuesta de definir. Vacío emocional más que otra cosa, angustia por no sentir (sienten vacío).

6. Ira

Cuando hay estado de ánimo bajo, sensación de abandono, resulta que no son personas especialmente afables. Es decir, una persona cuando se siente abandonado o rechazada se puede quedar apocado en un sofá y ya está, pero con el TLP hay una tendencia a atacar, a creer que el otro es el culpable.

Son personas de un talante verbal muy agresivo en cuanto al final echar la culpa a los demás de cosas que les pasan. Si se han sentido rechazado no se callan, atacan mucho y dejan muy claro que ellos lo dan todo, en cambio ahora el otro me abandona… Son personas con extra punición, la culpa es de otros.

Además de añadir cambios de humor, impulsividad, también es llamativo la irritabilidad, la ira que muestran con frecuencia. Esto hace que sea las relaciones sociales sean muy complicadas.

Con mucha frecuencia no puedan mantener las amistades o las relaciones sociales, porque las personas poco a poco las van rechazando. Quizás inicialmente las personas alrededor de la persona afectada con TLP si han hecho algo agradable por esa persona, les han dado algo de cariño, y es posible que se sientan muy recompensadas porque la persona con TLP agradece mucho el cariño que le han dado, pero luego se puede observar que cuando ya no se le das ese mismo cariño o se le da la contraria en algo, ya aparece su angustia, ya va a atacar diciendo que ahora le estás abandonado, de tal manera que suelen desbordar un poco a todos.

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Causas y prevalencia

El trastorno límite de la personalidad (TLP) o borderline es un problema mental grave y crónico que afecta al 2% de la población general. Es más prevalente en mujeres (75%) que hombres (25%).

Aunque los síntomas pueden aparecer a comienzos de la edad adulta (18-21 años), en los casos más severos pueden debutar en la infancia (8-11 años) o adolescencia (14-16 años).

Las causas suelen ser multifactoriales, por lo que es producto de una combinación de factores ambientas y genéticos. A nivel genético, en torno al 30-40% del riesgo a ser hipersensible, inestable e impulsivo se hereda.

En los factores ambientales destaca la presencia de trauma infantil y la ausencia de vínculos emocionales seguros en la familia.

Otros acontecimientos externos más frecuentes son el bullying, o otras situaciones estresantes que afecten al niño o adolescente.

La función cerebral también parece afectada en las personas con trastorno límite de personalidad, específicamente, las porciones del cerebro que controlan las emociones, la toma de decisiones y el juicio, no se comunican bien entre sí.

Tratamiento

No existe medicación específica para el tratamiento de síntomas como el vacío, el sentimiento de abandono y la difusión de la identidad, pero si puede ser útil para el tratamiento de otros síntomas como la ira, la depresión, la ansiedad, pensamientos obsesivos, etc. Esta medicación puede incluir estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos.

Un plan de tratamiento completo para el trastorno límite de la personalidad incluye psicoterapia, medicación y apoyo familiar.

La hospitalización puede ser un recurso necesario con el cual proporcionar un entorno seguro cuando la persona se encuentra muy desestabilizada, se autolesiona o tiene ideación o intentos suicidas inminentes.

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